Cualquier paciente que desea consultar acerca de un tema de nuestra especialidad valorará que quien le de toda la información sea un profesional con una sólida base de formación. Esto supone años de estudios, trabajo y renovación constante. La parte Estética de nuestra especialidad esta sujeta a los mismos principios básicos que deben ser respetados como en cualquier otra especialidad médica.
Este tipo de cirugía conlleva unas exigencias muy elevadas y por eso todo el proceso, tanto las visitas preoperatorias, como la cirugía misma o la monitorización posterior del paciente deben ser cuidadosamente vigilados.
Cuando solicitamos la visita no debemos centrarnos en “un presupuesto”, ni en creer que ya lo sabemos todo por haber recopilado previamente información en internet. La toma de contacto inicial conlleva una valoración del problema y una toma de historia clínica del paciente que puede conllevar contraindicaciones para la cirugía en concreto. Es por ello que no hay que escatimar en valorar quien y como nos van a realizar la intervención.
Hoy en día hay bombardeo de información pero solamente en la consulta cuando el Especialista valora nuestro caso concreto es cuando seleccionaremos aquello que de verdad interesa, entendiendo el procedimiento y siendo realistas con los resultados. Una primera visita puede no ser suficiente ya que puede suponer un exceso de información inicial que habrá que asimilar con un poco de tiempo, además surgirán nuevas dudas que requerirán respuesta.
Las prisas en ningún caso son buenas, recibir una exhaustiva información e ir al quirófano habiéndose establecido una relación de confianza médico-paciente son cruciales.
También puede ocurrir que nos digan en una primera visita que no es candidato a un procedimiento o tratamiento concreto, bien porque supone un riesgo para la salud del paciente, por no tener expectativas realistas o porque el cirujano no considera que se puede obtener un beneficio con el tratamiento.
ShareJUN