No todos los pacientes que consultan solicitando información sobre ciertas cirugías son candidatos a ellas. Es importante que atienda y entienda los posibles motivos por los que el especialista le recomienda no operarse.
1. Puede que este solicitando una intervención para la que aún no esta preparado bien por ser demasiado jóven o porque no se le prevee gran diferencia si lo hace. En estos casos se puede revalorar el problema cuando termine el desarrollo corporal por ejemplo.
2. Aquellos pacientes que esperan que la cirugía les cambie la vida o su cuerpo de forma que puedan parecer modelos por ejemplo y tengan unas expectativas poco reales de los resultados.
3. En aquellos casos en que no hay empatía o se ha roto la relación de confianza médico-paciente que es importante que se mantenga.
4. Cuando ha sido operado por otro cirujano y ha conseguido resultados óptimos pero el paciente no termina de estar satisfecho con los mismos y es extremadamente crítico, quizás no se puede conseguir un resultado mejor.
5. Los pacientes que se aprecian psicológicamente inestables.
6. Aquellos pacientes que aún deseando la intervención no son candidatos porque el cirujano estima que hay riesgos debido a su historial médico.
El conocimiento y la experiencia guían al cirujano ante estas situaciones. Es muy importante escuchar sus recomendaciones. Ante cualquier duda se puede consultar una segunda opinión pero siempre teniendo en cuenta que el hecho de que dos especialistas tengan opiniones diferentes no siempre significa que una esté bien y la otra mal sino simplemente que nosotros le estamos recomendando un tratamiento o intervención que, en nuestras manos, le proporcionará al paciente el mejor resultado.
El juicio del cirujano es un elemento crítico que hay que anteponer a que el paciente venga “informado” por lo que le aconsejan familiares, amigos o internet.
ENE