Le planteamos cinco razones por las que realizars una cirugía en meses invernales es ventajoso y lo tenga en cuenta a la hora de planearse.

1. La falta de sol en estos meses y las temperaturas más bajas reducen la inflamación y el edema que se producen de forma habitual tras cualquier procedimiento. El frío y la reducción de horas de sol son beneficiosos en este sentido. Aunque nos expongamos a la calefacción doméstica siempre va a ser menor que las altas temperaturas ambientales de los meses calurosos.

2. En el caso de aquellas intervenciones en zonas habitualmente más expuestas como son las de la cara: cirugía de nariz (rinoplastia) o cirugía de párpados (blefaroplastia) se requerirá una menor protección solar que en los meses más soleados, se puede reducir el factor de protección utilizado.

3. En los meses más soleados y con días más largos pasamos más tiempo al aire libre y por el contrario estamos más tiempo en casa durante los meses invernales, esto puede ser una ventaja a la hora de pasar los primeros días tras la operación en casa descansando y con mayor tranquilidad y quizás sin la necesidad de poner muchas excusas si no se sale (en el caso de que no se desee dar explicaciones a nadie fuera del entorno familiar o íntimo).

4. Algunas operaciones requieren el uso postoperatorio de ciertas prendas de contención como son las fajas tras abdominoplastia o liposucciones y de sujetadores apropiados en en caso de cirugías de mama. Este tipo de prenda puede dar calor y ser incómodo de llevar en meses calurosos.

5. La cantidad de ropa que se precisa en los meses fríos también es una posible ventaja ya que es más fácil disimular las prendas descritas en el punto anterior y también es más sencillo esconder vendajes, hematomas o cicatrices inicialmente y cuando están en proceso de recuperación.