Cuando un paciente se somete a una intervención de Cirugía Estética tanto el o ella como el cirujano desean los mejores resultados. Hay algo que el paciente puede hacer para ayudar. Hay puntos que son comunes a todas las cirugías pero otros son específicos para algunas en concreto.
Siempre se informa de que el fumar dificulta y complica la intervención, por lo tanto se debe reducir o eliminar el tabaco idealmente un mes antes de la operación y no reiniciar hasta bien consolidado el postoperatorio y que la herida este cicatrizada.
En aquellas intervenciones que tienen un postoperatorio más molesto es muy importante el restablecimiento de una actividad física progresiva para evitar complicaciones que afectan al postoperatorio inmediato.
En el caso de una liposucción o lipoescultura se aconsejan unas fajas compresivas en el primer mes, además son muy beneficiosos los masajes de drenaje linfático que ayudan a reducir la congestión que acompaña a cualquier proceso inflamatorio como el causado por una operación o a disminuir la posibilidad de hematomas. El mantener una dieta equilibrada y unos hábitos de ejercicio físico en la vida diaria permiten el prolongar los resultados obtenidos con la intervención ya que los adipocitos eliminados no se reproducen aunque pueden aumentar de tamaño los ya existentes si uno no se cuida.
En el caso de una operación de párpados o blefaroplastia, la aplicación de frío local en las primeras 24 horas también reduce el hematoma y alivia la molestia inicial.
En el caso de un aumento de mamas o una reducción de mamas o una mastopexia, el uso de sujetadores apropiados hace el postoperatorio menos molesto.
El tener la disponibilidad de consultar al propio cirujano sobre las pautas a seguir tras la intervención y poder hacer un correcto seguimiento del paciente una vez operado le permite seguir el camino adecuado hacia los resultados más óptimos.
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