La cirugía de nariz o rinoplastia es una de las más demandadas, tanto en hombres como en mujeres y tiene gran relevancia por el impacto que tiene la nariz en la armonía facial en general. La rinoplastia no es solo modificar la nariz sino toda la cara ya que se compensan las proporciones. Una nariz bien operada no se debe notar. El objetivo es el de eliminar lo defectuoso y dar armonía al rostro.
Es muy importante establecer una buena comunicación entre cirujano y paciente tanto como para identificar cual es el problema como para partir de unas expectativas realistas.
Es una cirugía altamente gratificante si el resultado es óptimo pero en esto es crucial que el paciente parta de una expectativa realista y esto se discuta en el preoperatorio.
Los problemas más comúnmente consultados tienen relación con lo siguiente:
El tamaño de la nariz en relación con el resto de la cara.
La anchura de la nariz asi como el tamaño y posición de los orificios nasales.
El perfil de la nariz que tiene giba o depresión del puente.
La punta de la nariz que puede ser bulbosa, caida, torcida, etc.
La nariz nos sirve para respirar y en el caso de que se manifieste algún problema en este sentido habría que hacer una valoración conjunta con el otorrino ya que no es nada fuera de lo habitual el hacer una intervención conjunta que nos solucione el problema funcional y nos mejore la estética nasal.
La toma de fotografías (frontales, de perfil y desde los orificios nasales) cuando se consulta inicialmente es de gran valor ya que nos proporciona un elemento visual de comparación cuando la intervención ya este realizada y podemos contrastar las diferencias.
No existe una nariz ideal o estandar, cada una debe ser modificada en función de la simetría facial en particular, de la etnia, de la edad, etc.
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