¿Qué es una blefaroplastia?

Es el nombre que se le da a la cirugía de los párpados y que pretende reducir el exceso de piel en los párpados y la grasa de los mismos. El descolgamiento de la piel de los párpados ocurre con la edad; además, la grasa que normalmente protege a los globos oculares protruye hace adelante y causa las bolsas. Ambos fenómenos dan un aspecto de cansado, envejecido e incluso reducen el campo visual. Estos problemas son más evidentes por las mañanas,  si no se ha dormido bien o por el estrés. Se dan casos incluso de tendencia familiar a este tipo de problemas.

¿Qué se consigue?

Se amplía el campo de visión ya que el párpado descolgado hace como de cortina que estorba. Además se rejuvenece la mirada y da un aspecto de mayor estado de alerta y no de cansancio.

¿Para quién es apropiada esta cirugía?

Aquellas personas que tengan el problema anteriormente descrito. Es común en personas mayores de 50 años, pero también se encuentran personas más jóvenes con el mismo problema.

¿Quién no es susceptible de esta cirugía?

Hay que valorar siempre la historia médica del paciente, ya que hay condiciones que añaden riesgo a la intervención o incluso la contraindican. Por ejemplo: la
hipertensión, problemas cardiovasculares, diabetes, ciertos problemas oculares como el glaucoma, propensión a cicatrices queloides, etc.

¿Y si se decide ir adelante con la operación?

Hay que distinguir si solo se operan los párpados superiores o también los inferiores. Esto implica el tipo de anestesia, las horas de ingreso y el postoperatorio. El cirujano explicará la intervención en detalle y el paciente firmará un consentimiento informado. Los párpados superiores se intervienen con anestesia local y las incisiones se realizan siguiendo las líneas naturales de los pliegues de la piel. En el caso de los inferiores, el procedimiento es más complejo y requiere anestesia general. En ambos casos es normal algo de inflamación y hematoma al principio, que mejoran gradualmente. Esto se minimiza con el uso de compresas frías en las primeras horas tras la operación.